La Palabra dice
Lucas 11, 47-54 - “Yo les enviaré profetas”
“¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros.
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: ‘Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos’. Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden”.
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiendo respuesta sobre muchas cosas y tendiendo trampas para sorprenderlo en alguna afirmación.
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La Palabra me dice
La poda se hace cuando finaliza el invierno, cuando aparentemente todo está perdido. Es allí donde la poda de Dios te anuncia que el proceso no fue para muerte sino para animarte a que abraces tu primavera. ¿Cómo te está “podando” Dios? ¿Está recortando tu confianza en vos mismo para que confíes más en Él? ¿Está recortando tu orgullo para que seas más como Jesús? ¿Está recortando tu zona de comodidad para que vayas donde Jesús quiere que vayas?
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Con corazón salesiano
Don Bosco escogió a Santa Teresa de Ávila como Patrona del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, queriendo que fueran mujeres fuertes, santas y totalmente dedicadas a Jesús, al bien de la iglesia y de la juventud.
De hecho en las Constituciones de 1885, en la parte referida a la formación de las novicias, incorporó una referencia clara a ella: “Les recomiendo santidad, salud, ciencia y alegría ¡Háganse todas santas Teresas! Y recuerden que el demonio tiene miedo de la gente alegre.” (Memorias Biográficas X, 648)
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A la Palabra, le digo
Señor, Tú eres la Vid que me sostiene, el dueño y guía de toda mi existencia. Sin Ti no puedo dar fruto. Poda todo aquello que estorbe mi crecimiento. Ayúdame con tu Gracia a dar fruto y abundante.
Link canción: https://www.youtube.com/watch?v=2UO6AGcVNFo
Fuente: donbosco.arg.or/youtube/google.
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