La Palabra me dice

Nadie sigue a quien no quiere o en quien no cree. A Jesús lo seguían multitudes inspiradas y conmovidas por sus gestos y enseñanzas. Es que Él era cercano y nada de lo que expresaba en sus palabras resultaba ajeno a la vida cotidiana, a las realidades y experiencias que atravesaban todos y todas. Lo seguían hombres, mujeres y niños de todos los pueblos, que estaban dolidos, heridos, discriminados, olvidados y se aferraban al Dios que les mostraba otra manera de vivir desde el amor. La propuesta de Jesús resultaba ser, entonces, siempre un desafío, una invitación a ir más allá, a animarse a cambiar la mirada de la realidad.

Cada invitación de Jesús tiene como regalo un encuentro profundo con Dios y con el Reino, expresado en vivir junto a  otros y otras y, también, con uno mismo. Convoca a experimentar la felicidad y la esperanza en lo cotidiano. Las bienaventuranzas no son un mandato superficial a la felicidad ni un recetario de pasos para cumplir, sino más bien una lectura diferente de la realidad, una propuesta para llevar adelante prácticas reales para que otro mundo sea posible.

En el día de los Santos y Santas de nuestra Iglesia, los reconocidos y los anónimos, celebramos que con sus actitudes y sus búsquedas de felicidad se animaron a transformar sus vidas y la de tantos.

Con corazón salesiano

Don Bosco y Maín tuvieron vivencias intensas de sus sueños más profundos, de ir detrás de las grandes obras. Desarrollando a cada paso una versatilidad que ayuda a ver y transitar las tensiones de la vida, cualidad que hemos heredado como hijos suyos.

En las experiencias oratorianas la felicidad tomaba fuerza en las cosas sencillas, en la paradoja de no tener “nada” y sentirse plenos.

Nuestros santos salesianos nos regalan esta bienaventuranza: “Bienaventurados quienes tienen compañeros de camino para compartir la vida con sus penas y alegrías, porque jamás se sentirán solos para emprender los desafíos”.

A la Palabra, le digo

¿Qué bienaventuranzas tenemos en nuestras comunidades? ¿Qué bienaventuranzas tenemos en nuestras propias vidas?

"Felices ustedes que vuelven a intentar.
Felices ustedes que abrazan la vida y se animan a compartirla, con sus tristezas, alegrías, dolores, sinsentidos, y también sus amores.
Felices ustedes que caminan acompañados. Porque confían que en la complejidad brota la belleza de la trama. 
Felices ustedes que siguen andando y se animan a soñar con otro mundo posible.
Felices ustedes que confían en el milagro de la libertad. Ustedes que anhelan ternura y la practican, aunque no siempre sea posible. 
Felices ustedes que se detienen en lo pequeño, porque allí reside lo inmenso.
Felices ustedes que se buscan, hacia adentro y hacia afuera.
Felices ustedes que se animan a compartir la mesa y la vida como viene.”

Link canción: https://www.youtube.com/watch?v=UU4jEnbAEtY

Fuente: donbosco.arg.or/youtube/google.