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Domingo, 27 Diciembre 2020

Evangelio lunes 28 de diciembre 2020.

La Palabra dice

Mt. 2, 13-18 - “De Egipto llamé a mi hijo”.

Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”.
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: “Desde Egipto llamé a mi hijo”.
Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: “En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen”.

La Palabra me dice

Historia, leyenda, teología… se dan de la mano en el relato con que este evangelista concluye su presentación de Jesús. El contexto es el de los tiempos turbulentos por los que atraviesa Palestina, bajo la opresión de un tirano. Herodes, llamado el Grande, cometió el error de creer que Jesús era una amenaza para su reino, porque podría aparecer en torno a él un movimiento mesiánico que desatar a la sublevación contra su poder. El relato del martirio de los niños de Belén muestra en toda su crueldad la masacre y el horror del episodio. Es una de las páginas más difíciles del Evangelio; la vida de un recién nacido, comienza con un reguero de sangre inocente. Dios habla en sueños a José con la intención de poner a salvo a Jesús, y la pequeña familia se ve forzada a huir. Lo predicho parecía demasiado verosímil para quien conociera de antemano las crueldades del rey. María y José sabían que no les quedaba más salida que alejarse de la cólera de Herodes sin dejar huellas.

Huir significaba dormir escondidos durante el día y caminar noches enteras. Así es como llegan a Egipto, para convertirse en una familia refugiada, exiliada en tierra extranjera. Como un anuncio anticipado de lo que sería su vida, Jesús es perseguido y obligado a escapar víctima de un poder político inescrupuloso y voraz.

El relato de Mateo resulta al fin paradojal: el poderoso teme de un recién nacido; un rey ve amenazado su poder por la aparición de un niño en las periferias invisibles de su reino. Cada vez que en contextos de opresión despunta una señal de la nueva y definitiva liberación que llega por Jesús a los pueblos de la tierra, acechan las sombras de esta antigua tragedia. Pero testigos somos, desde hace siglos, de que aún caminando en las noches cerradas de la historia, nada vence a las pequeñas luces de Belén.

Con corazón salesiano

También en Turín corrían tiempos turbulentos, y Don Bosco se había convertido en un personaje incómodo para el poder civil. Él mismo decide enfatizar el asunto en sus Memorias, relatando con detalles la oposición que debió afrontar por causa de su compromiso con los jóvenes en peligro. 

En primer lugar señala la hostilidad de los párrocos que intentaron tildarlo de “loco”. Luego, menciona la persecución sufrida como potencial revolucionario por parte del magistrado de Cavour y luego la prohibición del uso de los prados de los hermanos Filippi. Se considera a sí mismo abandonado y dejado sólo en la lucha e incluso nombra a sus más cercanos para atribuirles dudas respecto a su cordura. Si fuera poco, cierra con la intimación de la marquesa Barolo para definirse de una vez entre su empleo y los muchachos. Era inevitable que Don Bosco fuera mirado con cierta desconfianza. Parado en las periferias, al margen de las estructuras eclesiásticas y políticas habilitadas y con una fuerza de persuasión insólita. Dueño de casi nada para llevar adelante sus proyectos; con los jóvenes desposeídos y dejados a su suerte, y creciendo a pasos agigantados. Su figura era de fuerte contraste. Difícil de interpretar. Don Bosco era definitivamente una señal y despuntaba. 

A la Palabra, le digo

Si pienso en lo que quieres que yo haga, 
si tengo que hacer caso a tus palabras, 
si quieres que te diga lo que pienso…
que es de locos, que es de locos.

Sólo te pido fuerzas para hacer 
de mi debilidad un férreo vendaval. 
Desde el convencimiento en que tal vez 
hoy todo puede ser de nuevo realidad, 
que ya estás vos al llegar.

De todas formas sé que es necesario 
andar contracorriente en esta tierra, 
y que en el fondo merece la pena 
estar loco, estar loco.

De la canción 
“Cosa de locos” 

Link canción:

https://www.youtube.com/watch?v=UngAC0GUQDQ

Fuente: donbosco.arg.or/youtube/google.

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