Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 25-27
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre:
«Mujer, ahí tienes a tu hijo».
Luego, dijo al discípulo:
«Ahí tienes a tu madre».
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.
Reflexión.
Desde el momento que María pronuncia su asentimiento, aceptando la misión maternal, cuando el ángel Gabriel le comunica lo que Dios tiene preparado para ella, un camino doloroso se inicia.
La oración colecta señala lo que corresponde a la Iglesia: “Haz que la Iglesia, asociándose con María a la Pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección.